TODOS LOS PÚBLICOS





Este blog está diseñado para todas aquellas personas que se sienten atraidas por la Música: para niños y adultos; principiantes y expertos; aficionados y profesionales;... Por ello, utilizaremos un lenguaje asequible, pero sin eludir la terminología propia de nuestra disciplina que, en todo momento, quedará suficientemente explicada. La participación es completamente libre; pudiendo publicar comentarios a las entradas cualquier persona, así como inscribirse para participar como colaboradores para la publicación de entradas. Contacta conmigo en elarteaudible@gmail.com

No todo el que canta es cantante (I)

Me fastidia enormemente que desde los medios de comunicación, que son creadores de opinión y deberían informar (y no deformar), haya periodistas, colaboradores, reporteros, tertulianos o comunicadores varios que hablan de Música sin saber lo que dicen y elevando a dogma sus opiniones y gustos personales. A menudo oímos decir que “tiene muy buena voz” alguno o alguna que se desgañita o que “toca o canta muy bien” alguien que, técnicamente, no controla el instrumento o la voz. Admito que digan que les gusta tal o cual intérprete (allá cada uno con sus gustos particulares); pero me niego a tolerar que emitan juicios técnicos sobre algo que demuestran desconocer.

Con demasiada frecuencia, los medios de comunicación suelen cometer un error que me molesta bastante, quizás porque soy demasiado riguroso en lo que a la utilización del lenguaje se refiere, en general, y al uso de los términos adecuados, cuando se está hablando de Música, en particular. Se trata de una imprecisión léxica, muy generalizada, consistente en utilizar el término cantante para referirse a todo aquél que, más o menos bien, entona una melodía con su voz. Si se piensa un poco, según este concepto, cantar es algo que está casi al alcance de cualquiera: simplemente es necesario poder oír y ser capaz de imitar con la voz las mismas frecuencias; de reproducir las mismas notas con similar duración relativa entre ellas. El que más o el que menos, cantamos habitualmente en la ducha, haciendo algún trabajo manual, calentándonos el desayuno o, simplemente, cuando estamos alegres. Incluso hay quienes se dedican a hacer esto profesionalmente; pero esto, por sí solo, no nos convierte en cantantes. Nuestro idioma es, quizás el más rico en vocabulario y no habría de faltarnos vocablos (sobre todo a quienes utilizan el lenguaje como herramienta de trabajo) para referirnos de diferente manera a quienes hacen cosas distintas. No se trata de referirnos a quienes no son técnicamente cantantes de una manera peyorativa, considerando que lo que hacen es de peor calidad. Simplemente estamos hablando de cosas distintas. Por ello, deberíamos utilizar, en cada caso, los siguientes sustantivos:

Vocalista o cantor / cantora. Bajo estos términos genéricos se debería englobar a cualquier persona que, sin ser propiamente cantante, interpreta canciones de cualquier género o estilo, aunque sea profesionalmente, como canción ligera, pop, jazz, folk, rock, etc.

Tonadillera. Es una subespecie de los términos anteriores. Se utiliza específicamente para la vocalista o cantora femenina que interpreta canción española.

Cantaor / cantaora. Exclusivamente para quienes cantan flamenco (cante jondo).

Cantautor / cantautora. Se refiere a quien interpreta sus propias canciones. Es la versión moderna o contemporánea de los trovadores que, en la Edad Media, componían versos que cantaban (trovaban) generalmente acompañándose con algún instrumento de cuerda pulsada.

Todos ellos (y que nadie se ofenda) pueden entonar muy afinado, tener una voz preciosa, un estilo muy personal y un gusto exquisito; pero se diferencian del verdadero cantante en que éste desarrolla una técnica especial: la técnica de la impostación. Cualquier vocalista o cantor, o nosotros mismos en la ducha, nos limitamos a intentar imitar con nuestra voz los sonidos que oímos o escuchamos, como mejor considera cada uno; pero el cantante utiliza su voz como un instrumento musical (no en vano, la voz fue el primer instrumento musical del que dispuso nuestra especie) y, para lograrlo, necesita aprender a trabajar todo el aparato fonador para poder sacarle el máximo provecho, educando su voz y trabajando, a diario, la técnica de la impostación (fijación de la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido en su plenitud sin vacilación ni temblor) y, además, el / la cantante debe cuidarse mucho, porque la voz acusa cualquier exceso: cambios bruscos de temperatura, cansancio, falta de sueño, aire viciado, bebidas frías, tabaco y otros humos, alcohol, ambiente demasiado seco, o demasiado húmedo, o demasiado frío...

El Aparato fonador

 


El Aparato Fonador


De una manera muy simple, podríamos decir que la voz es el sonido que produce el aire al pasar por las cuerdas vocales haciéndolas vibrar. El aire es, pues, la fuente de energía necesaria para producir los sonidos. Pero este proceso es un poco más complejo.

El Aparato fonador está formado por un conjunto de órganos que interactúan en la producción de los sonidos.

Son concretamente tres los grupos de órganos que lo conforman:

Cavidades infraglóticas. Son los órganos de la respiración: pulmones, bronquios y tráquea. Aquí se recoge el aire procedente de la inspiración y se expulsa hacia la laringe.

Cavidades infraglóticas

Cavidades glóticas. Son los órganos de la fonación en sí: laringe, cuerdas vocales y resonadores (nasal, bucal y faríngeo). El aire procedente de los pulmones pasa por la laringe y hace vibrar las cuerdas vocales, también llamadas pliegues, que son cuatro músculos, dos superiores y dos inferiores que, dependiendo de la elasticidad, tensión, longitud, altura, anchura y grosor producen los diferentes sonidos. Pero el sonido que producen es muy débil y debe ser amplificado por los resonadores nasal, bucal y faríngeo.

Cavidades glóticas

Cavidades glóticas (corte transversal)

Cavidades supraglóticas. Son los órganos que intervienen en la articulación de los sonidos, con los que modulamos las palabras: paladar, lengua, dientes, labios y glotis. La voz, una vez amplificada por los resonadores, es moldeada por los articuladores, responsables de la vocalización o pronunciación de las palabras. Así se produce el sonido que llamamos voz.

Cavidades supraglóticas

 

Clasificación de los diferentes tipos de voz


La voz humana se clasifica según el registro o la tesitura (extensión o rango de sonidos, del más agudo al más grave, que es capaz de producir cada cantante sin forzar sus cuerdas vocales, con la potencia suficiente para ser audibles).

Una primera clasificación, la más simple, sería la resultante de dividir las voces en femeninas (más agudas) y masculinas (más graves). Dentro de cada tipo existe una división más específica según las mencionadas tesituras: las voces femeninas se clasifican en soprano, mezzosoprano y contralto y las voces masculinas en tenor, barítono y bajo.

Veamos la clasificación de las voces, con ejemplos, desde la más aguda a la más grave, excluyendo las voces infantiles, también llamadas voces blancas (porque no está definida aún su tesitura) y los castrati, lógicamente inexistentes hoy en día (niños a los que, antes de la pubertad, les eran extirpados los testículos para conservar la voz atiplada –voz aguda, de soprano-, como consecuencia de la prohibición, en el siglo XVI, de la presencia de voces femeninas en los coros de iglesias y teatros).

Empezaremos por las voces femeninas, dejando para la próxima entrada las voces masculinas.

FICHA DE LAS OBRAS
TÍTULO
A) Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen (La venganza del infierno hierve en mi corazón) de la ópera La Flauta Mágica.

B) Casta Diva (Diosa Casta) de la ópera Norma.

C) Isoldes Liebestod (Muerte de amor de Isolda) de la ópera Tristán e Isolda.

D) Voi che sapete che cosa è amor (Vos que sabéis qué es el amor) de la ópera Las Bodas de Fígaro.

E) Una voce poco fa (Una vocecita hace poco) de la ópera El Barbero de Sevilla.

F) L'amour est un oiseau rebelle (El amor es un pájaro rebelde) de la ópera Carmen.

G) Una Femme de Mon Nom (Una mujer de mi nombre) de la ópera La hija del regimiento.
AUTORES
A) Música de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791).
Libreto en alemán de Emanuel Schikaneder.

B) Música de Vincenzo Bellini (1801-1835).
Libreto en italiano de Felice Romani.

C) Música y libreto en alemán de Richard Wagner (1813-1883).

D) Música de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791).
Libreto en italiano de Lorenzo da Ponte,

E) Música de Gioachino Rossini (1792-1868).
Libreto en italiano de Cesare Sterbini,

F) Música de Georges Bizet (1838-1875).
Libreto en francés de Ludovic Halévy y Henri Meihac.

G) Música de Gaetano Donicetti (1797-1848).
Libreto en francés de Jean François Bayard y Jules-Henri Vernoy de Saint-Georges.
INTÉRPRETES
A) Diana Damrau (soprano lírica ligera).

B) Anna Netrebko (soprano lírica).

C) Waltraud Meier (soprano dramática).

D) Rinat Shahan (mezzosoprano lírica).

E) Vesselina Kasarova (mezzosoprano acuto).

F) Anna Caterina Antonacci (mezzosoprano dramática).

G) Ewa Podles (contralto).
RECOMENDACIONES PARA LA AUDICIÓN
En esta entrada se trata de diferenciar las diferentes voces según la tesitura de cada una de ellas. Las indicaciones concretas se dan en la presentación de cada ejemplo.  

La voz femeninaTesitura de la soprano


Soprano. Es la voz más aguda de todas; es decir: la tesitura de una soprano abarca el rango de notas más agudas; pero, dentro de esa tesitura, unas sopranos se mueven con mayor agilidad y potencia en una parte del rango o tesitura; lo que hace surgir otra subdivisión, en tres tipos de sopranos:

Soprano ligera. La parte más aguda del rango es su lugar natural. Es una voz extraordinariamente aguda y muy espectacular. Sin ser muy potente, es brillante y muy ágil para pasajes que requieren gran movilidad en notas muy agudas. Suele representar papeles muy llamativos como el de la "Reina de la Noche" en la ópera La Flauta Mágica, de Wolfgang Amadeus Mozart. Una de las arias de más difícil interpretación, por incluir el Fa sobreagudo (Fa7), muy temido por las sopranos. Las sopranos odian a Mozart por la dificultad de los pasajes que escribía para ellas; pero, al mismo tiempo, adoran al compositor por la belleza de estos pasajes y por el reto que supone para ellas la ejecución de tan difíciles papeles.

Escuchemos seguidamente Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen (La venganza del infierno hierve en mi corazón), el aria (melodía que canta uno de los personajes de una ópera, oratorio o cantata en la que expresa sus sentimientos o preocupaciones) de la "Reina de la Noche" en la interpretación, en escena, de la soprano lírica ligera alemana Diana Damrau. Préstese atención a la precisión en la afinación de las notas agudísimas que Mozart escribió para este dificilísimo papel: La "Reina de la Noche" expresa que se siente engañada y obliga a "Pamina", su hija, que mate a "Sarastro", amenazándola con abandonarla para siempre. Le da el cuchillo a su hija para que asesine a "Sarastro" y se marcha enfurecida.



Soprano lírica. Se encuentra en el rango central, dentro de la misma tesitura. Es una voz más potente y expresiva y, a diferencia de la brillantez de la soprano ligera, la lírica es cálida y aterciopelada. Es el tipo de voz de soprano más común. Puede cantar largas frases y adaptarse a casi todos los papeles de esta tesitura.

Escuchemos (esta vez en un recital, no interpretando en escena), a la soprano lírica ruso-austríaca, Anna Netrebko, cantando la cavatina (aria breve) Casta Diva de la ópera Norma de Vincenzo Bellini. En ella, la sacerdotisa "Norma" dirige una plegaria a la Luna mientras corta una rama de muérdago como ofrenda.



Soprano dramática. Ocupa el rango más grave en la tesitura de las soprano. Es una voz difícil de encontrar por la constitución física requerida, ya que ha de ser una mujer alta y fuerte que debe tener las cuerdas vocales lo suficientemente cortas como para producir sonidos agudos pero, a la vez, potentes. Este tipo de voz es más cálida, enérgica y expresiva que las anteriores y ligeramente más grave, acercándose a la mezzosoprano que explicaremos luego. Es ideal para representar a las típicas heroínas wagnerianas que deben sobreponerse a la gran orquesta utilizada por el compositor en su Tetralogía.

A continuación escucharemos a la soprano dramática alemana, Waltraud Meier, interpretando, en escena, Isoldes Liebestod (Muerte de amor de Isolda) de la ópera de Richard Wagner, Tristán e Isolda. Es el trágico final de la ópera, donde la heroína, "Isolda", se transfigura hacia otra dimensión "muriendo de amor" frente al cuerpo inerte de su amado "Tristán". El propio Wagner especifica que el término "Liebestod" no está asociado a dolor físico, «es una transformación, un paso a otra dimensión, donde olas de sonido a cargo de la masa orquestal sumergen la voz de la protagonista hasta hacerla desaparecer».

Obsérvese que se requiere que la cantante se mueva en una tesitura amplia bajando, desde las notas agudas propias de las sopranos, hasta sonidos más graves de lo habitual para esta tesitura, casi propios de la mezzosoprano.



Tesitura de la mezzosopranoMezzosoprano (medio soprano). Es una voz algo más grave que la soprano. Aunque a veces no es fácil distinguir una de otra, la mezzo produce sonidos más opacos o menos brillantes y posee grandes matices. También puede subdividirse en tres tipos:

Mezzosoprano lírica. Tiene una tesitura muy extensa, ya que puede llegar a los sonidos agudos de la soprano y, además, bajar a notas más graves. Por este motivo, es una voz adecuada para representar papeles de personajes importantes o de carácter fuerte. Además, suele interpretar papeles antes asignados a los castrati e, incluso, de jóvenes masculinos, como el "Cherubino" de Las Bodas de Fígaro, del genial Mozart.

Veamos y escuchemos cómo es interpretado este muchacho (el paje del Conde, "Cherubino") por la mezzosoprano lírica israelí, Rinat Shahan, en el aria de "Cherubino" Voi che sapete che cosa è amor (Vos que sabéis qué es el amor).



Mezzosoprano acuto. El apelativo "acuto" podría traducirse como "afilado". No es en realidad un tipo distinto de mezzosoprano, ya que su tesitura se corresponde con la de una mezzosoprano lírica; pero se considera un subtipo diferenciado de mezzosoprano por su peculiaridad en la interpretación de papeles con gran dificultad para los que se requiere una gran agilidad vocal, debido a la ejecución de notas rápidas y con intervalos (distancia o separación entre notas) amplios o abiertos. Es paradigmático el papel de "Rosina" en El Barbero de Sevilla de Gioachino Rossini; pues las partituras de este músico italiano fueron, precisamente, las que dieron nombre a este subtipo de mezzosopranos, con la gran dificultad que conlleva su ejecución.

Seguidamente escucharemos a la mezzosoprano búlgara, Vesselina Kasarova, interpretando Una voce poco fa (Una vocecita hace poco) de El Barbero de Sevilla de Rossini: "Rosina" canta su cavatina mientras escribe una carta a "Lindoro".




Mezzosoprano dramática. Es una voz potente en las notas graves que puede sostener notas largas en los agudos. Los papeles que representa suelen corresponder a personajes dominantes y poderosos con gran presencia en escena, como "Carmen", la cigarrera gitana de la Fábrica de Tabacos de Sevilla, de la famosa ópera Carmen de Georges Bizet.

Disfrutemos de esta excelente interpretación y magnífica escenificación de la célebre habanera L'amour est un oiseau rebelle (el amor es un pájaro rebelde) en la voz de la mezzosoprano italiana, nacida en Francia, Anna Caterina Antonacci con el coro de "cigarreras". Es un canto rebelde, en el que Carmen expone su filosofía pesimista sobre el amor: "Si tu ne m'aimes pas, je t'aime; si je t'aime, prends garde a toi" (si no me quieres, te quiero; si te quiero, ten cuidado). Con él, la cigarrera pretende seducir al "cabo Don José".



Tesitura de la contralto

Contralto. Verdaderamente escasa en nuestros días, es la más grave de las voces femeninas. Es una voz opaca y oscura, en el sentido de que no es brillante como su opuesta, la soprano ligera y en las notas graves llega a resultar varonil. Es suave y aterciopelada.

Como ejemplo, escucharemos a la contralto polaca, Ewa Podleś, interpretando el papel de "La Marquesa de Krakenthorp" en la ópera cómica de Gaetano Donicetti,  La fille du régiment (La hija del regimiento), en el aria Une Femme de Mon Nom (Una mujer de mi nombre).

Cuando las tropas de Napoleón se retiran del Tirol, "La Marquesa de Krakenthorp" habla de los groseros modales de los franceses.
Conviene fijarse en el descenso que realiza la cantante, hasta los graves, llegando a la tesitura de un tenor (voz masculina).



Después de un año sin actualizar el blog, creo que, con esta extensa entrada, hemos recuperado bastante tiempo perdido. En la próxima entrada nos ocuparemos de las voces masculinas.